jueves, 11 de octubre de 2012

4. Estambul

Con la ultima bajada llegamos al mar de Marmara, donde cogimos el ferry que nos acerco a Estambul, la antigua Constantinopla. Es una ciudad enorme, con mas de 10 millones de habitantes, situada a ambas orillas del estrecho del Bosforo, que une el mar de Marmara con el mar Negro. Al lado occidental se encuentra Europa y al oriental Asia.



Otro punto importante en Estambul es el puente Galata, que atraviesa el cuerno de oro, y que los pescadores abarrotan codo con codo, hombro con hombro, en busca de su presa.


Muchos aprovechan para vender el "kit de pesca": anzuelos, pita, cebos....


y una tablilla ingeniosa que utilizan para apoyar la caña y tener libres las manos para echar un buen cigarro, comer algo... 

 

o meterle una buena chapada a algun jovenzuelo que rompe la armonia y asusta a los peces saltando desde el puente.



Pero bueno, cada uno a lo suyo...



Estambul esta repleto de museos...

 

de mezquitas... 

 

y de chinos. Mas o menos toca a mil chinos por mezquita, como en la mezquita azul.




Estambul fue un importante punto de comunicacion debido a su situacion geografica. Muchas rutas comerciales pasaban por aqui. Es por eso que nacieron bazares donde los comerciantes vendian su mercancia mas preciada.



Nosotros en realidad no vimos mucho, nos dedicamos a descansar, callejear...






y pipar a los muchos personajes que iban apareciendo.



Tuvimos la suerte de caer en una guest house muy buena, buen ambiente, cocina, sofas y una guitarra para el desquite y la desesperacion de Koko por todo lo olvidado. En la hora del desayuno eso era un desfile de platos a rebosar, sobre todo los nuestros. Aqui conocimos a Alba y Daniel en sus merecidas vacaciones y que nos pusieron al dia con lo que nos esperaba a la vuelta. Aupa txabales con esos jardines colgantes!!

 

Uno de los puntos fuertes que nos esperaba era el encuentro con David. Lo conocimos en Jaisalmer, en India, de nuevo coincidimos en Kathmandu y el destino ha querido que nos juntasemos de nuevo aqui en Estambul. 

 

Nos contamos nuestras penas, nuestras mejores anecdotas, nos echamos unas birras...y Koko y David se fueron al futbol.
Jugaba la seleccion turca y alli que fuimos, a intentar entrar como sea. Un billete bajo manga al chico de seguridad y ya estabamos dentro. Se las prometian felices, nadie se lo dijo pero ese solo era el primer filtro, escaleras arriba habia otra barrera, y esta, infranqueable. Suplicando, intentando entrar por los baños, por el almacen, imposible. En ese momento eramos los mas pringaos del estadio.
A falta de 5 minutos, dando por imposible el tomar una miserable foto, cabizbajos salimos del estadio y, mira que suerte, alli estaba el chavalote de seguridad, feliz con su billete en el bolsillo. Lo que no sabia es que con la ilusion de la gente no se juega, asi que simplemente con nombrar la palabra policia, el billete volvio a nuestro poder. Ahora por lo menos eramos igual de pringaos que los demas chicos que intentaban y que no consiguieron entrar. Fue una pena, la verdad, pero por lo menos nos reimos y tenemos una buena historia para contar a nuestros nietos.

Turquia 0 Rumania 1   Que se jodan!!!

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